martes, 13 de noviembre de 2018

EL ABUSIVO REGLAMENTO QUE METROCALI HIZO FIRMAR A LOS VENDEDORES INFORMALES




La Veeduría Ciudadana de Vendedores Ambulantes, Estacionarios, y Artesanos de Santiago de Cali, rechaza la aplicación de comparendos a vendedores que trabajan al interior de los buses y de las estaciones de METROCALI, considerando que esta es una población vulnerable, económicamente excluida a la cual se le pretende imponer una sanción que agravan su situación social.
A partir de la aplicación del acuerdo 0424 de 2017, “POR MEDIO DEL CUAL SE ADOPTA LA POLITICA PUBLICA DE REGULACION Y ORGANIZACIÓN DE VENTAS INFORMALES EN EL ESPACIO PUBLICO DEL MUNICIPIO DE SANTIAGO DE CALI”, METROCALI inicio la implementación del PROGRAMA DE FORTALECIMIENTO SOCIAL Y EMPRESARIAL DE VENDEDORES AMBULANTES, para ello aplico la caracterización ( artículo tercero, objetivos específicos, numeral 2) a aproximadamente 750 vendedores informales de los cuales 583 fueron incluidos en dicho plan, acotando que dicha caracterización es un filtro económico para determinar que personas pueden, según METROCALI, por su condición de vulnerabilidad trabajar en los buses, dejando por fuera artistas populares.
Denunciamos igualmente que METROCALI impuso un reglamento interno el cual obligo a los vendedores a firmar advirtiendo de que si no lo hacían no podrían laborar alrededor e interior de las estaciones así como en los buses, a lo cual lamentablemente sin tener la precaución de leer dicho reglamento de 15 páginas muchas de estas personas lo firmaron esperanzados en un “permiso” que les permitiera laborar, sin darse cuenta que habían aceptado unas condiciones absolutamente ventajoso en favor solo de METROCALI que abuso de su condición dominante para imponer dichas condiciones contando además lamentablemente con el aval del Personero delegado para la movilidad, Doctor Diego Rivas.
Entre estas condiciones, figuran:
1. El titular, participante del programa, ACEPTA, que el carne y/o chaleco no constituye ninguna clase de permiso, es decir, que estos vendedores están en una especie de limbo, tienen y no tienen permiso para trabajar, por lo cual, cualquier agente de policía podrían imponerle un comparendo, en el momento que lo considerara hacer, es una burla a las esperanzas de estos vendedores de normalizar su labor al interior de los buses.
2. El titular renuncia de manera expresa y voluntaria a ejercer contra METROCALI y/o el municipio acciones legales que puedan derivarse de la mala interpretación del uso del carne y/o distintivos asignados, es decir los vendedores aceptan no interponer acciones si consideraran algunos de sus derechos vulnerados, lo cual no tiene ningún peso jurídico, es decir se convierte en un engaño más de METROCALI.
3. El vendedor acepta que el otorgamiento de la carne no constituye confianza legítima.
4. Estos vendedores no trabajan gratis, deben pagar $15000 mensuales a METROCALI
5. Los vendedores solo pueden vender los productos que METROCALI apruebe, previo acuerdo entre esta entidad con empresas comerciales, es decir se constituye en una explotación económica abusiva.
6. El vendedor está obligado a “colaborar” con la policía durante operativos contra otros vendedores, es decir METROCALI pretende colocar a unos vendedores contra otros sin importarle las consecuencias.
Como organización de Veeduría, lamentamos la labor desempeñada por el Personero Delegado, Doctor Diego Rivas, quien avalo con su firma dicho reglamento, sin advertir a los trabajadores de la situación y de la necesidad de consultar antes de firmar dicho documento.
Llamamos a las centrales obreras a apersonarse de este caso, realizar los acompañamientos necesario al consolidarse un abuso y violación a los derechos laborales y humanos de estos vendedores informales.